Amaneciendo en Silleda. |
En Silleda me hospedé en el "hostal" Maril. La verdad es que eran majos, aunque la primera impresión no fué para nada buena. Me dio sensación de sucio, de poco fresco, tenian un bar-restaurante con habitaciones. Por desgracia no habia mucho donde elegir, además en Silleda no hay albergue.
Colgado de la pared del bar una foto de una banda, uniformada, con gorras y todo. Es que me persiguen! Resulta que la hija de este matrimonio es profesora de secundaria, saxofonista y gaitera. Creo que sin darme cuenta y como si de un iman se tratara acabo eligiendo siempre lugares que están relacionados con la música.
Durante el desayuno, que por cierto hice en el bar "guarrete" porque me sabía mal (ya la noche anterior les dije que no cenaría y que solo necesitaba un paseo pirandomela a cenar a una taberna que vi por casualidad cuando venía de la biblioteca municipal de mandaros alguna señal de vida. Os acordáis?)me estuvo el dueño (mejor dicho el marido de la dueña) dando pistas del relieve que me iba a encontrar de camino a Santiago.
Ponte Ulla |
...estas ovejitas, aunque os parezca increible, estaban a menos de 2 km de la catedral. Y pastaban tan tranquilas. Esas cosas son las que mas me gustaron de Santiago.
Aquí justo donde saqué la foto, paré a cambiarme la camiseta y secarme un poco en señal de respeto |
...este fué el primer avistamiento de la grandiosa Catedral de Santiago. Pensaba que iba a tener una emoción incontrolable y que acabaría llorando. Pero lejos de ello, tenia un sentimiento de haber llegado tarde, o pronto quizás. En ningún momento me dió sensación de final de viaje, nunca en Santiago de Compostela, ni siquiera horas después. Busqué durante todo el dia esa sensación en vano. Al principio pensé que sería porque ya la había visto antes, o porque la muchedumbre me cortó el rollo.
Vereis, durante 20 días te encuentras a lo sumo con 10 personas el día que mas y con 2 el día que menos, y de repente entras en un avispero de miles de personas de las cuales cientos son turistas maleducados, otros muchos son lunáticos fingiendo estar en éxtasis asceta y solamente unos cuantos están allí por motivos culturales, verdaderamente místicos o espirituales. Generalmente, las impresiones en las que he venido coincidiendo con otros peregrinos a lo largo de mi camino es de que necesitamos de cierta tranquilidad y silencio para poder escuchar a las piedras. Y es que aquí en Santiago te parece por momentos estar asistiendo a un verdadero carnaval. Vi a un par de peregrinos, de estos que se disfrazan con los atuendos del apóstol. Solo que unos cuantos milenios mas tarde. Les debió de haber costado una fortuna encontrar ese traje. Y sin zapatos. A ti te parece que en el supuesto caso de que el Apostol Santiago hubiese venido a la peninsula ibérica a predicar el evangelio, de haber tenido la posibilidad de calzar unas sandalias no lo hubiera hecho el hombre.
Es como el que se compra una guitarra y se llama guitarrista o una cámara y se llama fotógrafo. En fin, espero no caer en el mismo error y acabar creyendome cicliscta o escritor (la rima me ha salido sin querer).
Las colas para entrar, cuñar, salir, abrazar al santo... |
a 1500 m de la Catedral. Increible! |
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El edificio es algo fuera de serie. |